La poda anual del árbol de Jefferson fue una fiesta muy alegre. Las risas resonaban por los pasillos mientras se colgaban cuidadosamente los adornos. El árbol, una belleza imponente, brillaba con adornos de colores, mientras que la música festiva creaba el ambiente perfecto. Fue una ocasión entrañable que realmente captó el espÃritu de la temporada, dejando a todo el mundo feliz y alegre.